Biodescodificación
El linaje
Biodescodificación
El linaje
Para la medicina Tradicional, el origen y la raíz tiene mucho valor, y es de gran importancia. ¿De donde venimos? ¿Qué hemos vivido? el inconsciente individual, familiar y colectivo, no se separa, forma una gran red, donde cada experiencia deja su huella.
La biodescodificación del linaje, complementa el enfoque de las terapias ancestrales al invitarnos a explorar las raíces de esas memorias en nuestro árbol genealógico. Nos ayuda a identificar patrones heredados y a entender cómo influyen en nuestra vida actual. Al hacerlo, tenemos la oportunidad de romper con esos patrones y vivir desde nuestra verdadera esencia.
En nuestro ADN llevamos escrita la fórmula perfecta para que la vida genere el menor sufrimiento posible, ser más o menos resistentes a las enfermedades, virus, bacterias... a tener cierto color de piel, según como hayan vivido nuestros ancestros, para así sobrevivir de la mejor manera a las adversidades que puedan aparecer.
Pero no sólo heredamos lo físico, nuestra mente lleva gravadas unas memorias que intentan advertirnos de lo que no fue bien... son huellas, programas o samskaras que alertan por dónde uno no debe ir o si debe hacer... a veces nos otorgan la fuerza y la resiliencia que ellas tuvieron, pero a veces pueden esclavizarnos, enfermarnos, y en lugar de protegernos, nos llevan a una rueda de sufrimiento sin fin.
La ignorancia lleva al sufrimiento, el saber nos brinda la oportunidad de escoger, vivir desde nuestra propia verdad y transformar así nuestra mente para trascender la historia ancestral.
UNO A UNO, SOMOS MORTALES, JUNTAS SOMOS ETERNAS.
El linaje, la red que nos une.
Somos hilos en una red que atraviesa el tiempo, tejida por las historias de quienes vinieron antes que nosotros. El linaje no es una carga ni un destino fijo: es una herencia viva, un legado de aprendizajes, heridas y dones. En cada gesto, cada pensamiento y decisión, llevamos las marcas de nuestros ancestros, pero también el poder de transformarlas.
La historia no se destruye, se vuelve a vivir hasta que se abraza, se comprende, se transciende. Lo que negamos persiste, mientras que lo que miramos con amor y conciencia puede liberarse.
Reconocer la red que nos conecta a todo y a todos es un acto de responsabilidad: vivir nuestra historia de la manera más libre posible, sabiendo que al hacerlo honramos a quienes nos precedieron y sembramos posibilidades nuevas para quienes vendrán.